PLANETA UNICORNIO andanzas personales de un unicornio impersonal

Yo amo la poesía. Amo escribirla y amo leerla. A pesar de las maldiciones y bendiciones que ella conlleva la siento dentro como parte ineludible de mí misma. Cuando hablo de maldiciones me refiero principalmente a la hipersensibilidad que puede acarrear y que puede hacernos a sus "víctimas", sentir con toda intensidad tanto la alegría más intensa como el dolor, al límite del paroxismo. Esta maldición que puede conllevar la creación fue estupendamente expresada por Charles Baudelaire en su poema "Bendición". El momento de escribir es aun más satisfactorio y exultante que el poema en si mismo. La musa que viene como una ráfaga a ti y vuelve imperiosa la necesidad de coger una pluma y plasmar lo que bulle por dentro y que te hace escribir sea en un bus , sobre la arena de la playa, sobre el grass de algun parque o incluso sobre la espalda del hombre o mujer que amas. Es en este punto donde debo confesar que me encanta escribir poesia amorosa o llamada tambien erótica.