CINE: EL REY LEAR

Shakespeare puede mostrar lo más ruin y abyecto del ser humano. También lo más débil; lo más absurdo; lo más idílico. Lear es duro como una piedra. Está acostumbrado a que hacer lo que desea. A mandar. A delegar. Y también desea escuchar lo que le agrada. No la verdad. En el momento que reparte su reino entre sus 3 hijas no lo invade un deseo de justicia o de equidad. Sólo busca ser alabado una vez más. Goneril y Regan conocen a su padre. Quizás porque -en el fondo- son las más se parecen a él y saben decirle lo que anhela escuchar. La única que no disfraza sus palabras es Cordelia: el vínculo filial para ella es algo natural, que no necesita afectarse, ni ser adornado con epítetos absurdos; es una devoción que -para ella- es tan natural como respirar. Sus palabras serenas son catalogas como frías e insensibles por Lear y la repudia. Pronto las hijas "amantes" descubren su verdadero rostro; y Lear queda sólo en el mundo; seguido tan solo por unos c...