CUANDO LOS AMIGOS SE SEPARAN II: MABEL

He escuchado La Bas toda la mañana. Cada cierto tiempo siento que debo perderme en ella para de algún modo volver a mis raices, a reconocer quien soy yo en mi propia esencia. Y en ese recordar aparece inexorablemete Mabel.
Mabel tenía los ojos medios dormidos y el cabello castaño. Parecía una pequeña frágil figura de Modigiliani vestida en negro con una botas increiblemente hoscas pero que le quedaban genial..... Mabel y yo debimos ser hermanas. Nos parecíamos físicamente y nuestro caudal interior era tan similar como dos fantasmas que se encuentran reencarnados. Una exposición sobre el Eros y el Tánatos en la universidad nos acercó, nos hizo descubrirnos la una a la otra. Entonces nos hicimos casi una creo. Nos pasábamos horas en el jardín de la universidad hablando de la belleza de la muerte, del sucio y siniestro plan que tenían Dios y el Diablo para nosotras. Le recitaba mis versos y ella los suyos que eran preciosas odas a Satán. Yo vivía fascinada por el ideal de la maldad cubierto por una máscara de dulzura; ella en cambio apostaba por parecer agresiva, fría, desconcertante... Un día nos contamos nuestras historias. Esas historias que no cuento fácilmente; los gritos bajo la mesa, los llantos arrinconada con el brazo arañado y la fe destruida, el tratar de esquivar mentadas de madre, puteos y maldiciones con solo 7 años. Lloré al contárselo y ella lloró conmigo. Lloró en una miseria conjunta de frustración, de pérdida de la inocencia. Lloró también por su padre inflexible, por su conejo indiferente, por su casa enorme y vacía, donde habitaba una madre a la que despreciaba por sumisa y un hermano drogadicto al que aborrecía porque todos lo protegían, por esa casa en donde ella era menos que un espectro.
Me enseñó la música de The Edge of Sanity y yo le hice descubrir un tesoro más maravilloso que todo lo vivido hasta ese momento por ella, más punzante aún que los piques en su carro o las dosis de cloro que consumía, algo que nos uniría por siempre...le hice conocer a Cyrill Collard y a sus "Noches Salvajes" .
Fuimos juntas a verla como 4 veces en distintos cines, incluso uno en la que era estúpidamente exhibida como una película porno...y ambas llegamos a amar a Jean como parte de nosotras mismas..
"Yo quiero ser como él", decía Mabel, "vivir todo lo posible y después matarme, pero irme así plena"...yo, en cambio, apostaba por morir más angélicamente después de escribir mucho, después de amar todo lo inimaginable ... Hablabamos de cuál sería la mejor forma de morir, cuál sería la menos dolorosa.. Su padre era militar así que ella ya había optado por un arma..Yo prefería cortarme las venas idilicamente como lo hizo Petronio en "Quo Vadis", morir lentamente, acercándome sutilmente al paraíso o al infierno; sólo debería vencer el momento del corte, el terror de causarme dolor físico....

Al alejarme de la universidad perdi contacto con ella, no la vi más, no supe más de ella. pero sé que ella no me ha olvidado como yo tampoco; me veo aún sentada con ella en una acera del Centro, esperando que avance la cola de la filmoteca del Banco Central de Reserva, llorando de alegría al ver nuestro film emblema; me veo echada a su lado en el jardin de la universidad intentando aprender de seres que a veces considerábamos tan vacíos y estúpidos; me veo diciéndole adiós la primera vez que decidí morir y la recuerdo también pidiéndome que no lo hiciera.. Te extraño Mabel, te extraño como una parte de mi misma que se niega amorir y que necesita estar viva; sé que te acuerdas de mi y yo de ti..y si te viera otra vez..¿acaso me perdonarías mi fragilidad y el haber dejado que otros me lastimen? ¿me perdonarías mi rabia aún contenida y lacerante? ¿me perdonarías el ya no poder elegir morir como antes?

Ahora veo que frágiles éramos a pesar de nuestra dureza, pero ya es muy tarde para retroceder el tiempo..éramos frágiles aunque en ese momento éramos incapaces de confesárnoslos... quizás sólo un abrazo hubiera podido curar tanto odio y dolor, un abrazo que nadie nos dio en aquella época y que hubiera curado tantas heridas, un abrazo que quizás ni nosotras fuimos capaz de brindarnos.
Aunque estemos separadas Mabel, sé que Jean siempre estará dentro de nosotras y sé que sonreirá cuando al fin tú y yo podamos encontrar la paz, como él lo logró al final ..

PD: acompaño este post de tu canción favorita que también se convirtió en una de las mías..hasta algún día mi querida amiga

Sacrificed - Edge of Sanity