LA MALDICIÓN DEL VERANO I: LOS PLAYEROS



Plaza Vea, Barranco. 7:35 p.m. Este encantador ser (me refiero a mi, por si las dudas) abordó el bus de la línea "Los Laureles" más conocida como la "línea de los celestes" para asistir al encuentro con sus seres queridos después de un arduo día de trabajo.
Iba y tranquila y casi en los brazos de Morfeo pensando en los cientos de proyectos que tengo para este año. Mi retorno a la universidad, el seguir mi anhelo tantas veces pospuesto de estudiar periodismo y tantas cosas más, cuando de pronto algo me hizo recordar que estamos en febrero, mes infausto no sólo por los carnavelos odiados que pululan por toda la ciudad de Lima sino también por otra amenaza insomne y silenciosa que ataca a los que aún no poseemos auto y tenemos que usar el transporte público. Una amenaza que puede terminar de un zarpazo con tu buen humor, con tu sentido de la estética o simplemente con lo inmaculado de tu prenda de vestir: los Playeros.
Sé que este post puede resultar canalla y discriminador pero no me refiero aquí a aquellos seres que aman la playa y que pueden disfrutar de ella sin molestar a nadie, es decir, secarse bien con su toalla, tomar un duchazo previo al retorno (sé que hay playas con este servicio), sonreir de la mano de su familia agradecido por haber disfrutado un día juntos, es decir que son capaces de gozar de su aventura bajo el sol respetando a los demás. Hablo de esos atorrantes asquerosos que suben a los micros o buses, mojados, con el pelo chorreando hasta sus vértebras, con la arena enquistada por todos los rincones de su traje de baño y zapatos (y que se sacuden en tus narices) y con el olor a sal y malaguas saliéndoseles desde el agujero del ombligo hasta la nariz y que pueden hacer de tu viaje la peor de tus pesadillas .
Esa noche que yo volvía de trabajar subieron un alegre grupito de niñas que regresaban de la playa (sí, a las 8 de la noche, aunque no me lo crean.). Lindas ellas y disfrutando su pubertad al máximo, comentaban de lo genial que la habian pasado, que a la Mari le gusta al Chacho, que el Chacho quiere con la Vanesa, que Zach Efron está "buenazo" y miles de cosas, mientras que un olor a hierba marina se apoderaba del ambiente. Esta bien dije. Esto puede ocurrir. Es normal. Es el precio por viajar en bus, por no tener auto y vivir en un distrito con playa y puede fastidiarme, pero puedo soportarlo. Es convivir con los demás seres. Sin embargo en el momento de ponerme de pie para bajar una de las niñas no tuvo mejor idea de rozarme para ganar mi asiento y mojarme todo el pantalón del uniforme con el bendito líquido marino que se escurría.... de sus pantorrillas? de su cabello? de su ombligo? de dónde sería pero ahi estaba mi pantalón empapado por agua de mar. Vale recalcar aquí que yo amo el mar y siempre mis fantasías con él involucran pasear por sus orillas en tardes de otoño o invierno, mojar suavemente los pies mientras contemplo el sunset o sentir la brisa marina entrar lentamente en mis pulmones. Por supuesto que mi idilica visión del mar no tenía mucho que ver con la relidad que estaba enfrentando.
Recuerdo a una pariente política mía que le habia declarado abiertamente la guerra a los playeros del Perú y del mundo. Cada verano significaba para esta dama de la tercera edad enfrentarse a su peor pesadilla. Cada viaje en bus en época veraniega equivalía a miles de gritos, insultos, empujones, codazos, maldiciones y demás que propinaba a aquellos playeros que tuvieran la mala fortuna de rozarla siquiera un centímetro. "¡Fuera de aquí, carajo, que me está rozando con cuerpo salobre! ¡Cochinos de m.... !!. ¡Me está pasando sus piojos con su pelo chorreando!! " y etc. etc. Siempre he pensado que ella fue la creadora de esta palabra SALOBRE porque valgan las verdades no la he escuchado con tal vehemencia y perfección más que en sus labios.
Llegué a casa a cambiarme con una avidez alucinante y después de renegar 1 hora y expresarle mis quejas a mi progenitora (que no me prestaba la mínima atención)y luego del baño de rigor, recordé a la famosa Tia Ana y sus luchas a morir en los micros, el infinito odio (que tantas veces critiqué por tacharlo de exagerado) que sentía por los playeros y no pude más que respirar y entenderla (aun después de tantos años y ahora que ya pasó a mejor vida) aunque sea un poco...
Y de pronto entendí que serán casi 3 meses más de este suplicio y no pude evitar sentir un pavor infinito....
Invierno, te amo.

Comentarios

hpereyraf ha dicho que…
Gracias diosito x q aunque vivo en un distrito playero las playas no sirven jajaja ademas q mi recorrido no se cruza en nada con los "playeros" vaya seres esos.
Jimmy ha dicho que…
Que gente para sucia, el asunto es que no deberían dejarlos subir así, no s que se discrimine, pero cómo permiten subir gente sucia? bueno, si el chofer y el cobrador son un par de asquerosos, ni notan la diferencia.
BLUE ha dicho que…
lemon: Benidot seas tu Lemon..desgraciadament emi mundo esta bine cerca de Agua Dulce.

Jimmy: Exacto...aunke me he encontrado con choferes generosos que los ignoran como papas a Dios gracias...pero cuando suben con chibolos y eso empujando y fregando y tu reclamas un poco mas de modales e higiene te miran com si fueras herodes o cierto monstruo..Pero yo solo kiero viajar sin malaguas y arena caricho!!!!! Y SOBRE TODO SIN GENTE SALOBRE JAJAJAJA
Jimmy ha dicho que…
Claro, uno no está exigiendo bus cama o servicio de terramozas, uno quiere un minimo de respeto, nada más.
Maria Pia ha dicho que…
qué miedo ese cuadro.. me recuerda a los veranos que iba a la universidad con un polo de repuesto en la mochila "por siacaso me mojan los chibolos en el camino".. cómo friega la falta de educación!

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