EN LAS NOCHES SALVAJES

Cyril Collard ya habia muerto cuando yo lo conocí.


En una revista "Somos", vi una fotografìa suya donde estaba cubierto la mitad de su rostro y sòlo resaltaban sus ojos. Y me enamorè de ellos. Me enajené e identifiqué increiblemente con su historia, con sus letras , con sus palabras. Desde ese día roguè al cielo poder ver antes de morir su ùnica película, su obra maestra, aquella que reflejó su existencia...


Y un dìa llegò....


De pronto "Las Noches Salvajes" llegó a Lima y yo enajenada aùn por la emociòn de poder verla al fin despuès de tanto soñar arrastré a Mabel conmigo, quien tambièn quedò fascinada...pero Jean siempre fue mío y sòlo mío..Yo lo descubrì..yo lo hice mi referencia eterna del dolor del desasosiego, de la desesperaciòn por vivir...


y me convertì en él y también en Laura...


aquella Laura que gritaba desde su balcòn, aquella Laura que parecia destrozarse cada vez que no podìa entender porque Jean no podia decirle que la amaba...y las horas y los dìas vividos me han llevado a dar pasos comunes con ella: los sanatorios, las crisis, los abandonos.......pero en su caso Jean regresò a ella..silente , cambiado. necesitàndola como a una fiebre , como a un bálsamo para poder existir....


Han pasado 19 años desde que Cyril Collard se hizo parte de mi historia, desde que conocí su obra, su ser, su talento, su muerte....y cada vez que necesito saber quien soy yo misma necesito volver a ver a Jean gritar en medio del desierto y observar los ocasos; necesito escucharlo decir "he cambiado, Laura" y sobre todo es imprescindible para mí escuchar su TE AMO lanzado como un vómito celestial desde lo más profundo de su alma...


Y es en esta noche que lo reencuentro y me encuentro -a la vez- que siento una extraña y malsana sensaciòn de que ya no podrè perderme..... y eso me produce alegría, pero tambièn terror, porque el ser humano sin la locura pierde su humanidad, su esencia misma...


Laura gime "está volviendo, está volviendo ..." y sé que habla de la locura que regresa para destruirnos y, a la vez, reconstruirnos; la escucho llegar tal como ella escuchaba los pasos de Jean..me siento atormentando por teléfono al hombre que amo, tal como ella lo hacìa..me siento perdiéndolo tal como Laura perdia a Jean cada vez que otros hombres u mujeres aparecian por el camino...


Jean no estàs muerto


sigues vivo


sigues recordàndome lo que soy


lo que existo


lo que puedo o no dar;


Laura,


estas tambièn allí,


encarnàndote en mi piel


en mi propio vacìo


en la desesperación de no encontrar lo que se se da



Y asì será cavez que me busque; ustedes estaràn en el paraíso


y yo estarè en el infierno...


pero siempre


me recordaràn lo que soy


lo que un dìa fui y serè para siempre...


ustedes viven dentro de mí


y jamàs moriràn


aunque yo un día decida morir.......




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