LA FUERZA DEL DESAMOR

La única fuerza capaz de ser comparada con la fuerza del amor es la fuerza
del desamor..

No hay poder humano capaz de remediar lo que el desamor causa...

Si alguien dejó de tenerte en su corazón, si dejó de tenerte en sus pensamientos, en su alma,
nada hay que pueda remediarlo..

No estarás más en sus ojos..
ya no existirá ese brillo al hablarte
ni al verte...

pasarás a ser inexorablemente una nada
o en el mejor de los casos una persona más
de esas miles con las que te puedes cruzar en el universo..

ya no serás TÚ
sino una masa
sino todo el resto del mundo

Nada hay que pueda destruir al desamor...
cuando se instala en el corazón tomando el lugar del amor
sólo queda apartar los ojos y tomar otra dirección...

De nada servirá un ruego, una súplica,
un beso o una caricia furtiva que intente refrescar la memoria de aquél o aquella que te está olvidando....
al contrario....
tu ausencia de dignidad, de vergüenza, de orgullo, de amor propio quizás, sólo hará que el desamor crezca..de eso se alimenta

Lo más triste es que uno sólo aprende eso con los años
con lágrimas
con tristeza infinita..

Lo aprendes después de haber visto esos ojos mirarte con hastío,
lo aprendes después que ver cómo quitan tus brazos
al querer robarles una muestra más de ternura
una ternura que trata, inútilmente, de revivir esos momentos que ya no volverán..

Cuando alguien te dice que ya no te ama
sólo debes respirar hondo y darte fuerzas para los momentos que seguirán:
los momento del dolor.

Hay tantas formas de expresar el dolor
como granos de arena hay en la playa....

Existen aquellos dolores que punzan
que difícilmente te dejan respirar;
los hay sordos, que te permiten seguir en el mundo
pero con una losa enorme en medio del pecho;
los hay vagos,
que no saben siquiera que son dolor,
hasta que algo
toca sus fibras...

El desamor, me atrevería a decir, es más fuerte que el amor en algunas ocasiones
y sus triunfos son certeros, omnipotentes a veces.

Cuesta aceptar que ya no somos lo que éramos para alguien.

Quizás en el abismo del sufrimiento
podamos creer que ya no somos nada
pero es mentira.
Antes de amarlos a él o ella teníamos una vida
una razón de ser
un cerebro
un objetivo...

No desaparecemos.

Nos convertimos en sobrevivientes
y tenemos el deber de volvernos más sabios
más dignos , más serenos
más nosotros de lo que jamás fuimos

porque sino sabemos quienes somos nosotros verdaderamente,
nosotros mismos, solos, enteros,
jamás podremos amar a alguien sanamente
y en paz
a pesar de las muchas tormentas que quizás estén dentro de nosotros
porque no hay hombre o mujer que no guarde tormentas en su alma...

el reto no es vivir sin tormentas..
es saber dominarlas o coexistir con ellas

Ayer al decirle esto a alguien
me sonaba tan ajena,
como si no fueran mis palabras las que hubieran estado inundando el aire.
No podía reconocerme.

Sin embargo, ahora puedo ver
que simplemente
he aprendido mi lección:
la lección del desamor

y espero nunca olvidarla

a pesar de las inmensas tormentas
que siempre vivirán dentro de mí...


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